11 de julio de 2010 | Infoguadiato
El Cabril prueba una nueva tecnología para reducir el volumen de los residuos
ENRESA DESARROLLA UN INCINERADOR MEDIANTE PLASMA CON EL QUE PRETENDE FACILITAR EL TRATAMIENTO DE LOS RESTOS RADIACTIVOS MÁS COMPLICADOS
El Cabril prueba una nueva tecnología
El almacén centralizado de El Cabril, ubicado en el término municipal de Hornachuelos, ensayará un sistema de reducción de volumen de los residuos radiactivos mediante tecnología de plasma. La directora de las instalaciones Eva Noguero ha detallado que en dicho proyecto, denominado Aplicación de la tecnología de plasma al tratamiento de residuos de baja y media actividad, se trabaja en colaboración con Laboratorio de Tecnología de Plasma del Departamento de Física de la Universidad de Córdoba (UCO) y con Inasmet-Tecnalia, una fundación privada al servicio del tejido productivo e institucional cuyo fin es contribuir al desarrollo económico y social mediante el impulso de los procesos de innovación y desarrollo tecnológico como estrategia de competitividad.
La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), que gestiona el almacén cordobés, ha puesto en marcha "un proyecto para el diseño y desarrollo de un incinerador mediante plasma, que permitirá una importante reducción en el volumen final de algunos residuos, así como el tratamiento de los residuos radiactivos de baja y media actividad, actualmente difíciles de tratar", según aclaró Noguero.
La directora ha recordado que el proyecto comenzó hace varios años y ha pasado por diferentes fases. Ahora, según ha señalado la responsable de las instalaciones, "se está a la espera del informe final, previsto para este mismo mes de julio, y la previsión es continuar con el montaje de un incinerador de plasma en El Cabril, manteniendo el ya instalado en Inasmet para pruebas con residuos simulados".
La utilización de la tecnología de plasma, según ha destacado Noguero, "permite alcanzar, de una manera más o menos sencilla y a escala reducida, elevadas temperaturas para fundir algunos tipos de residuos. Esta fundición permite una importante reducción de volumen, superior a la conseguida en el proceso de incineración que se lleva a cabo actualmente en la instalación de El Cabril con determinados tipos de residuos, principalmente orgánicos".
En este caso se trata de un incinerador especial, "compuesto por dos electrodos de grafito dentro de un crisol cerámico", en el que, gracias a la tecnología de plasma, se alcanzan elevadas temperaturas, de más de 1.700 grados, que posibilitan la licuación -el cambio de estado de sólido a líquido- y la consiguiente reducción de volumen". La directora de El Cabril ha apuntado que el proyecto ha contado con la colaboración de la UCO, "que ha dado apoyo en el desarrollo de los electrodos de grafito, ya que uno de los inconvenientes de esta tecnología era el inevitable desgaste de los electrodos".
Noguero ha avanzado que "se trata ahora de estudiar la aplicación de esta tecnología al tratamiento de residuos radiactivos y, en este contexto, la gestión de los posible gases originados en la combustión y los aspectos de la protección radiológica que han de tenerse en cuenta son las fases que, de acuerdo con las previsiones, se desarrollarán en la instalación de El Cabril a medio plazo".
En este sentido, Noguero ha precisado que "este proyecto está todavía muy en pañales, pero si esa tecnología siguiese adelante, se lograría una reducción de volumen bastante importante en la totalidad de residuos que se están produciendo ahora mismo, por ejemplo, en una central nuclear".
En cualquier caso, ha sentenciado la directora, Enresa seguirá "trabajando en determinadas actividades orientadas a minimizar la producción de residuos, ya sea mejorando las técnicas de segregación, o implantando nuevas fórmulas de reducción de volumen, de tal modo que cualquier modificación en esos escenarios, cualquier avance en este tipo de trabajos, implicará una reducción en la producción de residuos y, por tanto, un alargamiento de la vida" de El Cabril.
De hecho, el almacén acumula ya más de 30.000 metros cúbicos de basura nuclear, por lo que supera el 62% de su capacidad. Sólo durante el último año, El Cabril recibió 1.825 metros cúbicos de restos radiactivos, por lo que el nuevo sistema que desarrolla Enresa en las instalaciones de Hornachuelos podría solucionar uno de los principales problemas que se vinculan a largo plazo a este tipo de instalaciones, prácticamente, desde su puesta en funcionamiento.
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